"El gran defecto de los profesores sería su incapacidad para imaginarse sin saber lo que saben. Sean cuales sean las dificultades que han debido superar para adquirilos, en cuanto los adquieren sus conocimientos se les vuelven consustanciales, los perciben esi fueran evidencias ("¿Pero es evidente vamos!), y no pueden imaginar que sean por completo ajenos a quienes, en ese campo preciso, viven en estado de ignorancia". Pennac, D. (2009). Mal de escuela. Barcelona: Debolsillo, p. 244.
I, a sobre, molts en saben molt poc. El cas s'aguditza en els polítics, certament.
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