dissabte, de juny 16, 2012

Gregor Samsa o la metamorfosi dels professors

Quan sento parlar del professorat recordo sovint aquestes paraules de Primo Levi; cada vegada que em sento maltractat professionalment pels polítics de torn recordo aquestes paraules de Los hundidos y los salvados de Levi y, clar, també recordo aquell aforisme del maig del 68 que deia que "Tots som jueus alemanys". Quan us vulgue adonar ja no tindreu escoles, sinó presons; quan obriu els ulls ja no veureu professors sinó arreu veureu Gregor Samsa.
"Humillar, hacer sufrir al era su oficio de cada día; no pensaban en ello, no tenían segundos fines: el fin era aquel. No quiero decir que estuviesen hechos de una sustancia humana perversa, distinta de la nuestra (sádicos y psicópatas los había también, pero eran pocos), sencillamente habían estado sometidos durante algunos años a una escuela donde la moral corriente había sido subvertida"…" el trabajo podía, por el contrario, convertirse a veces en una defensa. Era así para quienes, pocos en Lager, conseguían insertarse en su propio oficio: sastres, zapateros, carpinteros, herreros, albañiles. Éstos, al encontrar su actividad habitual recuperaban, en cierta medida, su dignidad humana. Pero también, era una defensa para muchos otros, como ejercicio mental, como evasión del pensamiento de la muerte, como manera de vivir una jornada; por lo demás, es un hecho conocidos que las preocupaciones cotidianas, aunque sean penosas o fastidiosas, ayudan a apartar la mente de amenazas mayores pero más lejanas". … "la ambición del está tan enraizada en uno que empuja a hacer bien hasta los trabajos , nocivos para uno y par los suyos, hasta el punto de que hay que hacer un esfuerzo consciente para hacerlos ". LEVI, Primo. Los hundidos y los salvados,Personalia de Muchnick Editores, Pàgina 105.

1 comentari:

Clidice ha dit...

La gent pensa que els que es dediquen a destruir les altres persones són monstres sense ànima, sàdics, cruels. Moltes vegades res més lluny de la realitat. Això és el realment terrorífic, la "normalitat" d'aquestes persones.